Durante siglos, el ser humano utilizo la tierra, la madera, el bambú y la piedra como materiales de construcción. Estos materiales estaban al alcance de la mano, por lo tanto, no se necesitaban sofisticados medios de transporte ni la utilización de herramientas dependientes de la electricidad para su puesto en sitio.
Un ejemplo de sistemas bio-constructivos autosuficientes y altamente sustentables son las "Nave Tierra ".
Imagen#2: Nave Tierra. Ubicación: Ushuaia, Argentina
Vivimos en un país donde se nos ha enseñado que el concreto, el metal y materiales a base de polímeros como el PVC son las soluciones constructivas mas viables desde el punto de durabilidad, resistencia a las variables climáticas, terremotos y demás. Estos estereotipos aunados a la gran publicidad generada por las grandes compañías productoras de estos materiales para su comercialización y venta, hacen que otras alternativas constructivas de menor costo, de menor impacto ambiental y mas saludable para el ser humano, hayan caído en desuso y cueste mucho integrarlas de nuevo a nuestros procesos constructivos.
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La manufactura del cemento, para citar un ejemplo, implica un gran consumo de energía y combustible fósil. Por otros lado, la quema del clinker libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero y sustancias contaminantes en las aguas. El PVC, durante su manufactura también libera dioxinas y otros gases contaminantes. El concreto además, junto con el acero de refuerzo, y si se utiliza en exceso puede bloquear el intercambio energético entre nuestro cuerpo y el medio, intercambio que es necesario para el equilibrio y la sanidad mental y física.
Este tipo de viviendas, concebidas, diseñadas y construidas en su totalidad por el arquitecto estadounidense Michael Reynolds, son un claro ejemplo de que, con mucha creatividad, se puede construir una vivienda sin gastarse millones de colones en el intento. Algunos conceptos interesantes que integra la Nave Tierra, son la reutilizaron de aguas residuales, integración de huertas orgánicas dentro de la vivienda, utilización de materiales de desecho como latas de refresco, llantas y botellas de vidrio, además de una adecuada orientación para poder evitar la utilización de sistemas de calefacción y enfriamiento con alto consumo de energía.
La bio-construcción en nuestro país esta en pañales, sin embargo, cada vez se afirma mas la necesidad de integrarla a nuestras soluciones constructivas. En una sociedad donde construir casa pareciera una utopía, a menos que nos endeudemos por 40 años, la bio-construcción trae esperanzas de un futuro constructivo mas responsable ambiental y económicamente.
Imagen#3: Casa de Barro sobre una estructura de madera construida en Carolina del Norte, EEUU. Construida en su totalidad por 11 mujeres voluntarias.
En este sentido, la bio-construcción es una re-lectura de técnicas constructivas del pasado. Son técnicas ancestrales mejoradas a partir de la información ingenieril y arquitectónica que esta a la disposición en nuestros tiempos.
La bio-construcción se podría definir actualmente como aquellas edificaciones cuya puesta en pie implica un bajo impacto ambiental, un bajo consumo energético y un alto impacto social. Además integra disciplinas afines como la geobiología, Feng Shui, desde el punto de vista de equilibrio personal, la agricultura orgánica o biodinámica desde el punto de vista de productividad, la hidráulica desde el punto de vista de recolección de agua llovida y otras disciplinas. Además se puede integrar la re-utilización de materiales de desecho y la utilización de sistemas pasivos de calefacción, iluminación y ventilación.
Imagen#1: Casa de Bahareque cerca de Zapote, Costa Rica.
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